La increíble historia de Bill Gaede, espía argentino que se infiltró en Intel y AMD


Se cumplen 15 años de su juicio por vender datos sobre cómo fabricar Pentiums, que impulsó al Congreso estadounidense a crear la Ley de Espionaje Industrial.
El 19 de noviembre de 1952 nació en la localidad bonaerense de Lanús Guillermo Gaede. Su padre, Gunther, alemán, había escapado de la Segunda Guerra Mundial, y se casó en la Argentina con Viera, quien sería la madre de sus cuatro hijos.
En 1959, la familia se muda a la ciudad estadounidense de Rockford, Illinois, pero en 1965 regresa al país. En un clima de eferversencia Peronista, Guillermo se afilia al Partido Comunista, además de ser delegado de FOETRA (Federación de Obreros y Empleados Telefónicos de la República Argentina), sindicato de la entonces Entel, donde trabajaba.
Más tarde, en 1975, viaja a Cuba, pero su visa laboral fue revocada. Más tarde, ingresa con pasaporte falso a nombre de Ricardo Monares en Estados Unidos con una visa de turista. Allí se radica para trabajar como ingeniero en AMD donde obtiene puestos de importancia y acceso a información confidencial sobre procesos productivos.
Hacia 1986, “Bill” comienza a trabajar en la planta que AMD posee en Austin, Texas. Desde ese momento, cruza la frontera con México numerosas veces y realiza diversos viajes a Buenos Aires, donde mantuvo reuniones con miembros del gobierno cubano a quienes les vendió información técnica sobre cómo fabricar sus propios chips. Esta información pasó directamente a manos soviéticas, principales aliados de la Isla.
Su trabajo como espía fue descubierto por la CIA, quien eligió utilizarlo como agente en tareas contra Cuba, país hacia el que Gaede había perdido algo de cariño tras la disolución de la Unión Soviética en 1989, aunque Fidel Castro un año más tarde lo invitó para agradecerle sus servicios durante la Guerra Fría. Para cumplir sus tareas para la inteligencia estadounidense, Gaede ingresó en Intel en 1992, donde accedió a información confidencial sobre procesadores 386, 486 y Pentium.
El principal fabricante de procesadores se enteró de la experiencia anterior de Bill en AMD y comenzó a investigarlo. Su departamento de seguridad descubrió que había grabado el proceso de producción del Pentium que la empresa realizaba en su planta de Chandler, Arizona. Todo esto lo hizo usando una terminal de teletrabajo que Intel había instalado en su casa. Y lo despidió.
Bill tenía una vocación: sabía “cómo compartir” información, algo que ahora parece tan sencillo gracias a Internet. Por ello, quizás, sintió el deseo o la necesidad de mostrar cómo se construía un micro Pentium. Y lo hizo: envío un video a sus viejos amigos. ¿El gobierno de Castro? No, Avanced Micro Devices.
La lealtad comercial de AMD hizo que la jugada quedara en evidencia y realizó la denuncia. El FBI encontró a Gaede y lo llevó a la corte en septiembre de 1995. En junio del año siguiente, Gaede fue condenado a 33 meses de prisión y fue deportado. Se estima que vendió secretos comerciales por valor de 20 millones de dólares a China e Irán. Para entonces, ya había utilizado varios alias: William Gaede, Enrique Soares Noa, Bill Dade, Enrique Chomsky, Bill Green, Steve Garvey…
El Caso Gaede fue clave en el Derecho Informático estadounidense, pues motivó que el Congreso de los Estados Unidos aprobara el Acta (Ley) de Espionaje Comercial de 1996, que condena a “cualquiera que intente o convierta un secreto industrial que este relacionado a, o incluido en un producto que es producido por, o colocado en el comercio estatal o extranjero para el beneficio económico de cualquier otro que no sea el propio dueño e intente o conozca que la ofensa pueda dañar a cualquier propietario del secreto industrial“.
Desde que salió de prisión, Bill dedica sus días a las matemáticas, donde intenta deconstruir los viejos modelos de cálculo y arremete contra los teóricos clásicos argumentando que una línea no es la distancia más breve entre dos puntos. Estos y más videos explicativos pueden verse en su canal de MetaCafe.
Y hasta creó su propia religión, conocida como Rope Hypothesis (Hipóstesis de la Soga), combinando teorías sobre la luz, la gravedad y el magnetismo. Sus principios están materializados en Why God Doesn’t Exists (¿Por qué Dios no existe?), un libro que publicó en 2009.
Pero no sólo contra ellos, sino también contra los relativistas, principales seguidores de Albert Einstein, desde su sitio web youstupidrelativist.com. En el pie de la página se puede ver el CopyRight a nombre de Nila Gaede, su mujer, también espía IT. Juntos, en una especie de “Bonnie & Clide” de la tecnología, comparten las páginas de la biografía “Nila and Bill“, escrita por los hijos de ambos: Greg y Eric.

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