Curiosidades sobre la tecnología que viene - tecnopolis

El ser humano siempre imagina qué es lo que va a pasar dentro de diez, cincuenta o cien años. Es su naturaleza curiosa y analítica la que lo lleva a hacerse este tipo de planteos. Sobre eso y su experiencia en Singularity University de la NASA , basó su charla de hoy en la muestra, el licenciado en Economía, Santiago Bilinkis y autor del blog “Riesgo y Recompensa”
“Después de tres meses de escuchar a los expertos prestigiosos en campos como la Biotecnología, Inteligencia Artificial, Robótica, Neurociencia, Nanotecnología y Medicina Personalizada, mi cabeza estaba partida en pedazos y todo me daba vueltas como un trompo… La mejor manera de ordenarlo, fue armar una presentación”, anunció Bilinkis en el Centro de Exposiciones del Continente Imaginación.
En su exposición: “Singularity, el mundo tecnológico que viene”, el investigador sostiene que si la tecnología de los aviones hubiera crecido con la misma intensidad del progreso de las computadoras, actualmente volarían a una altura que sumaría 86 veces la distancia de la Tierra al Sol: “El incremento del conocimiento gracias a los ordenadores se puede evidenciar en el campo de la biología. En pocos años, con el adelanto del campo de la genética, se podrá elegir secciones de un mapa genético para crear una nueva vida”.
Bilinkis plantea la importancia de remarcar los límites dentro de lo que se considera “inteligencia artificial”. Por ejemplo, enuncia que los cálculos matemáticos complejos, jugar ajedrez o volar un avión, eran acciones exclusivamente humanas hace menos de dos décadas y, sin embargo, en la actualidad también pueden ser realizadas por máquinas.
“¿Las computadoras podrán dominar al hombre?”, preguntó un espectador alimentando su curiosidad con la ficción de la película Terminator. El economista se mostró reacio a pensar en esa posibilidad. Considera que si en algún momento las computadoras igualan al pensamiento humano, también desarrollarían conciencia y sentimientos. “Todas las cosas pueden salir muy bien o mal, depende de las elecciones que hagamos. El futuro nunca es como lo imaginamos, de la misma manera que no fue como lo pensaron hace 50 años atrás”, concluye.

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