La era de la testosterona - tecnopolis

El científico mexicano Carlos Beyer Flores se especializa en neuroendocrinología y brindó una charla sobre la relación entre las neuronas y las hormonas con el sexo. Ni bien ingresó a la Nave de la Ciencia, se sentó frente a un micrófono y anticipó: “Estamos entrando en la era de la testosterona”.
El ABC
Las hormonas pueden ser consideradas como un mensajero químico que el cuerpo segrega ante un estímulo y que a través de la sangre llegan al cerebro, donde activan un mecanismo determinado. Si bien la testosterona es la principal hormona sexual masculina y el estrógeno, la femenina; ambas se producen tanto en el hombre como en la mujer.
Estas sustancias activan las regiones del cerebro que constituyen el Circuito del Placer. “Drogas como la cocaína, anfetaminas o alcohol disparan los mismos circuitos. También lo puede hacer todo lo que nos parezca placentero como el deporte, el juego o, para los fanáticos del fútbol, el momento del gol”, explica Beyer.
En la actualidad, la terapia de testosterona a través de parches o geles es frecuente tanto en hombres como en mujeres. “Disminuye la dificultad de erección y las grasas, mientras incrementa el deseo, la actividad sexual, la fuerza de los brazos y las piernas y el buen humor. Se está empezando a usar con gran frecuencia”, profundiza el especialista.
El comportamiento sexual masculino depende de la testosterona mientras que en el femenino preponderan los estrógenos. Curiosamente, el investigador comentó que a la gran mayoría de mujeres no les disminuye la líbido ya que su comportamiento sexual también se regula según la testosterona.
La hormona del amor
“Durante las interacciones sexuales, o simplemente de afecto entre personas también se produce la liberación de oxitocina, conocida como la hormona del amor, que está asociada al contacto y al orgasmo. Las parejas monógamas tienen mayor nivel porque también está involucrada en la formación de relaciones de confianza y generosidad entre personas”, agrega Beyer.
En la internet se pueden conseguir dosis de oxitocina para administrar por vía nasal, pero “no es recomendable usarlas porque no siempre es bueno tener exceso de confianza y se asemeja al consumo de éxtasis”, advierte el especialista.

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