Fotografía sin Fronteras: Asia y África en la piel de Javier M. de la Varga

Hace poco nuestro compañero José Barceló os hablo de las restricciones de tomar fotografías en diversos países europeos. Así que no toca hablar de Europa pero sí de África y Asia. Así Javier Martínez de la Varga, dispuesto a la aventura solidaria, sin ataduras ni restricciones, salió con su bicicleta, su Nikon D300s, algo de equipaje y un billete

de ida para el sudeste asiático. No es su primer viaje, ha recorrido media continente africano y de nuevo Asia esta vez. Javier, tiene 28 años, es madrileño de nacimiento aunque ha vivido en Bruselas, Bristol y Londres. Desde muy pequeño se interesó por la fotografía e hizo varios cursos.
Después de estar varios años viajando decidió cursar estudios superiores de fotografía en el Bristol City College (en Reino Unido), pero trás un año no pudo aguantar más y decidió volver a África. Ha pasado largas temporadas en Asia, África y América intentando captar la realidad y la vida cotidiana de los menos afortunados. Esto es lo continúa haciendo en la actualidad a golpe de pedal y obturador, fotografía sin fronteras.
SON HÉROES como Javier los que nos deben hacer mirar el mundo de forma distinta. Al menos para mí. Hace pocos días recordé a Javier. Le había escuchado hacía aproximadamente un año en la radio (o al menos eso creo o leí su historia) y, casualmente le volvieron a entrevistar hace poco, pero no tuve la oportunidad de escucharle (leerle) como aquel primer día. Lo que recuerdo con claridad es la sensación. Aquella vez solamente supe de un loco, valiente y solidario que se lanzaba con su cámara y su bicicleta desde la parte meridional de Asia, continuando por Europa del Este y regresar aquí a casa en España. Pensé en la temeridad y valentía de la idea que planteaba Javier. Gracias a internet he podido seguir de vez en cuando a través de su blog las sensaciones y dificultades que ha ido encontrando en el camino.
El día 9 de Octubre os lo mencionábamos en nuestro Galaxia Xataka Foto. Contábamos que en esa última entrevista en la radio, que leía en su blog, le habían preguntado cuál era su fotografía favorita. Algo muy complicado pensaba yo, ya que por lo que sabía, Javier lleva a fecha de hoy 380 días de viaje con una infinidad de fotografías realizadas. Muy difícil elegir una sola de entre tantas.
XATAKAFOTO: Hola Javier, gracias por atendernos entre pedalada y pedalada. Cuéntanos dónde te encuentras ahora mismo … la última referencia que he visto es Katmandú, Nepal. Mucho frío imagino, pero seguro que unas vistas espectaculares.
Javier M. de la Varga: Pues sí, ahora me encuentro en Kathmandu, pero aquí incluso hace algo de calor. Ya que tras pasar varios meses por las regiones del Tíbet, se gradece un poco de calor y humedad. En unos días espero llegar a Phokara y allí espero volver a ver los Himalayas.
Además de lo espectacular del viaje, qué se aprende como fotógrafo de la gente que conoces
Con este viaje no solo estoy aprendiendo sobre aquello que me rodea. Es supervivencia (como fotógrafo y como persona). Cada día es salir de problemas y superar dificultades. Al final, superar retos se convierte en rutina.

Un viaje de estas características es muy complicado de organizar, imagino. ¿Cómo lo conseguiste?
La verdad es que no suelo plantear los viajes y tan solo compro un billete de ida. Listo. Poco a poco voy haciendo el camino. Lo único, fueron los preparativos del equipaje, material fotográfico y la bici que me llevaron bastante tiempo.
¿Qué tipo de equipo fotográfico llevas para estas aventuras? ¡Qué problemas te encuentras (baterías, humedad, ... etc)?
Reconozco ser un fiel de Nikon y viajo con una D300s. Rápida ,robusta y ligera de peso. La cámara por fuera esta hecha polvo debido a diversos golpes y la humedad que existe en el sudeste asiático, pero sigue funcionando como el primer día. También llevo un flash SB900, un nikkor 50mm f/1.4, nikkor 17-55 f/2.8, nikkor 70-300mm f/4.5-5.6, varias baterías y un ejército de tarjetas.
Tu gente cercana seguro que piensan que estás loco ¿Cómo les convenciste?
Al principio a mi familia se la hacía muy duro que estuviera siempre fuera, pero poco a poco no solo se han acostumbrado , sino que ahora disfrutan con ello tanto como yo.

Fotografía y bicicleta, dos pasiones muy sanas. ¿Por qué dar recorrer África y Asia? ¿Qué te impulsó a recorrer estos dos continentes y no otros primero?
Asia fue mi primer continente, donde volví al año siguiente. Luego África me enamoró y la recorrí en dos viajes durante casi 2 años. Fue en mi segundo viaje empecé a compaginé el viajar con trabajos/proyectos de fotografía en algunos conflictos bélicos, sobre todo en África.
Desde mi primer viaje, que fue en bicicleta por Marruecos, siempre me quedo esa espina de volver a viajar en bici y hasta este viaje no encontré la oportunidad.


Se puede ser fotógrafo y solidario. ¿Qué pretendes mostrarnos/transmitirnos cuando vuelvas a casa?
África y Asia son de momento mis dos grandes pasiones.Diferentes culturas, modos de ver la vida, paisajes y un tipo de vida completamente diferente a ese que tan poco me gustaba y que hace 7 años dejé atrás.
El fin de este viaje es mostrar a la gente a través de fotografías. En el mundo hay gente que no tiene la misma suerte que nosotros, y que esa gente no son tan solo estadísticas, sino personas iguales que nosotros. Padres y madres de familia, hij@s, amig@s…
En abril se unió Pedro, un amigo tuyo. ¿Es la soledad lo más difícil de este proyecto o esto queda en un papel secundario con el contacto con las diversas culturas que encuentras?¿Te ayudan las nuevas tecnologías con la soledad? Cito textualmente:
Aunque me haya costado mucho, definitivamente he vuelto a la pedalada empezando una etapa diferente, esta vez acompañado por uno de mis mejores amigos, Pedro, que se unirá a esta aventura por un par de meses.
Pues sí, hay momentos que sí me siento solo, pero no son demasiadas las ocasiones. Por ejemplo, al estar varias semanas en Tailandia , relacionándome con gente y haciendo amigos, dejarlos atrás fue bastante duro, pero es tan solo una etapa más del viaje. El resto de los días no da tiempo a sentirse solo.


¿Qué es lo más extraño que has encontrado para fotografiar?
Más que eso, sentirme extraño. Fue aquel día, fotografiando en un campo de refugiados en el Congo. Tras la cámara uno se convierte en un espectador y, aunque sepa que esa foto puede ayudar a mucha gente, cuesta acostumbrarse a sentirse impotente de estar ahí y no poder hacer nada más por ellos. Igual me ocurrió en el Congo, en realidad, en cualquier lugar que encuentro donde la gente sufre.


¿Y, aquello que más te ha emocionado fotografiar o que te hizo llorar?
Durante una manifestación en Palestina contra el muro que Israel está construyendo. Los soldados israelíes asesinaron a un chico palestino que llevaba una cometa con los colores del arco-iris, apenas a unos metros de mí. Lloré de rabia, tristeza, impotencia. Muchas veces lloro al acordarme.


Seguro que hay momentos en que tirarías la bici y la cámara. Entonces ¿qué piensas?
La bicicleta y la cámara son mis dos compañeras inseparables. A la bicicleta más de una vez me han dado ganas de pegarle una patada, especialmente cuando me dio muchos problemas técnicos hace unos meses, y con la cámara muchas veces necesito tomarme unas vacaciones de ella,como por ejemplo estos últimos dias, pero sigo igual de ilusionado por volver a seguir haciendo fotos.


Después de estos viajes, ¿crees que te ha cambiado la manera de fotografiar y ver el mundo?
A lo largo de estos años viajando veo el mundo de una manera más cercana. El mundo es algo increíble pero lo mejor del mundo es la gente que habita en ella. Pienso que no hay mes en que haga el mismo tipo de fotografía que el anterior. Cada situación requiere un tipo de fotografía y los estados de ánimo influyen mucho.
¿Qué país de los que has visitado en África y Asia recomendarías visitar en cuanto a fotografía?¿Por qué?
Si buscas luces y colores, cualquier país que este en el trópico. En Asia, el Tíbet y en África, Madagascar. Dos lugares mágicos. Si quieres fotografía social, la India es el lugar perfecto para hacer fotos.
Estaba leyendo el encuentro de 2008 con los rebeldes en el Congo, ¿en qué momento de tus viajes has sentido más miedo?
Pues en bastantes ocasiones. Como apuntas, durante el conflicto del Congo en el 2008, estuve visitando las zonas controladas por los rebeldes. Una noche mientras cenaba, uno de los rebeldes que allí cenaba también, de repente se volvió agresivo. Lo peor fue ver sus ojos rojos de borracho y que tenia un kalashnikov.


Muchas gracias Javier. Hidrátate, sigue pedaleando y haciendo fotos para mostrarnos el mundo. Un placer haber charlado contigo.
Gracias a ti, Alfonso. Un abrazo desde Kathmandu, caminando por el Tibet, a ti y a todos vosotros que leéis estas lineas.
Podéis seguir a Javier, en su viaje a través de las las experiencias y las imágenes que cuelga en su blog www.bicicleting.com. Os recuerdo también que si alguno deseáis colaborar o ayudar a Javier en su “bendita locura” podéis contactar con él directamente a través de la web. Seguro que os lo agradece enormemente. Nosotros desde aquí valga nuestra pequeña aportación a través de esta entrevista.

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