Cinco consejos básicos para tomar fotografías con doble exposición

La doble exposición a pesar de ser un recurso tan antiguo nunca ha sido tan fácil de realizar con los recursos actuales. Aplicaciones, software de edición… pero cada vez más cámaras incorporan un modo creativo para realizarlas. Por no hablar de las aplicaciones para tomarlas con cámaras de smartphones.

Por supuesto, a muchos les sonará la doble exposición a recurso creativo más propio de la era de fotografía de película. Y a ello contribuye sobremanera la lomografía, que sigue apostando por este recurso creativo. Pero como indicamos, cada vez más cámaras permiten tomar una doble exposición con gran facilidad.
Y si lo habéis probado por experimentar, los resultados no siempre son muy notables (a no ser que el azar lo haya querido) y es que no es fácil lograr técnicamente una buena fotografía con dos exposiciones. Hay mucho margen de error, pero siguiendo algunos consejos básicos podremos atrevernos con la doble exposición como un recurso creativo más.

Busca la simplicidad en la composición
Es muy obvio pero si conseguimos mantener una composición lo más simple posible, al tener las dos tomas superpuestas obtendremos un mejor resultado. Aunque siempre es interesante hacer varias pruebas, al menos una de las exposiciones debería ser más simple y la otra con elementos más dominantes, lo que ayudará a conseguir una mejor combinación.
Compensar la exposición
Sumar en una misma imagen dos exposiciones (con distintas zonas oscuras y claras) nos dará como resultado una fotografía sobreexpuesta. Así que será necesario que hagamos un ajuste en al menos una de las tomas, lo ideal es cerrar un punto el diafragma (si hacemos dos disparos), aunque siempre dependerá de las condiciones de luz en ambas. La prueba se antoja esencial para conseguir el mejor resultado en este sentido.

Cuidar las luces y las sombras
Un consejo esencial es tener muy en cuenta las zonas oscuras en una toma para intentar alinear elementos más destacados y luminosos con la segunda toma. Así lograremos acentuar el efecto. De lo contrario lograremos una imagen subexpuesta, con poco detalle y bajo contraste. Controlar bien las zonas en sombra nos permitirá muchas posibilidades. Así que cuida bien el contraste, esencial para sacar el máximo partido a la doble exposición.
Para facilitar esta labor, podemos memorizar dónde están estas zonas o bien, si nuestra cámara lo facilita, podremos visualizar ligeramente la primera toma superpuesta en la pantalla antes de disparar la segunda o siguientes tomas.
Evita la trepidación, mejor usa un trípode o dispara a una velocidad alta
No siempre disparar a bajas velocidades nos alegrará al ver el resultado en el caso de la doble exposición. Podemos encontrarnos casualmente con un resultado creativo y con un efecto sorprendente, pero siempre será más difícil de controlar.
Así que lo mejor es que las dos tomas las realicemos a una velocidad alta dependiendo de la luz que dispongamos la escena. Y si necesitamos disparar algo más lento, mejor usar un trípode o una buena base para la cámara a fin de evitar una posible trepidación (en conjunción con el uso del temporizador).

Potencia la creatividad y planifica bien las capturas
Por casualidad podemos encontrarnos con un resultado satisfactorio o sorprendente, pero si de verdad queremos sacar el máximo partido a la doble exposición, es necesario que nos planifiquemos bien. Pensemos qué imágenes queremos combinar, qué queremos mostrar o contar,… cuidemos bien los detalles como la luz, la composición y los elementos que vamos a combinar.
Esto nos ayudará a mejorar pero también hagamos muchas pruebas, experimentemos… quizás sea una de las mejores formas de asimilar los conceptos que necesitamos para lograr dobles exposiciones sorprendentes.
Y es que con un buen planteamiento se pueden obtener resultados y composiciones muy interesantes. Y no hay límites de géneros: retratos, paisajes, abstracto… y combinados entre sí también conseguiremos tomas muy curiosas y llamativas.

Como veis son consejos muy obvios y fáciles pero es solo el punto de partida. La creatividad y, sobre todo, la experimentación nos irán aportando el resto para lograr buenas dobles exposiciones.
Aunque no nos guste demasiado el efecto, no cabe duda que es un excelente ejercicio para mejorar nuestro control del contraste y la exposición en nuestras fotos. Y a la vez un recurso espléndido para dar rienda suelta a la creatividad. Las capturas con doble exposición permiten sacar mucho partido a la “magia” de la fotografía. En una próxima entrega echaremos un vistazo a fotógrafos expertos en doble exposición para insipirarse.

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