La revolución del software está acá y piensa quedarse

Hace poco, Hewlett-Packard (donde soy miembro de la junta directiva) anunció que está planeando deshacerse de su alicaído negocio de computadoras personales (PC) para invertir más fuertemente en software, donde ve un mejor potencial de crecimiento. Mientras tanto, Google planea comprar el fabricante de teléfonos celulares Motorola Mobility.

Ambos anuncios sorprendieron al mundo de la tecnología. Pero los dos están en línea con una tendencia que he observado y que me hace sentir optimista respecto al futuro crecimiento de la economía mundial, a pesar de la reciente agitación bursátil. En otras palabras, el software se está comiendo al mundo. Más de diez años después del apogeo de la burbuja puntocom, aproximadamente una docena de nuevas empresas de Internet como Facebook y Twitter han generado temores de una nueva burbuja, debido a las crecientes valuaciones que les da el mercado e incluso a las ocasionales salidas a bolsa exitosas. Con las heridas de fiascos como Pets.com aún en la mente de los inversionistas, muchos se preguntan si esta no es otra burbuja peligrosa. Yo, junto con otros, he estado argumentando lo contrario. (Soy cofundador y socio general de la empresa de capital de riesgo Andreesseen-Horowitz, que ha invertido en Facebook, Groupon, Skype, Twitter, Zynga y Foursquare, entre otras. Personalmente, también he invertido en LinkedIn). Creemos que muchas de las nuevas empresas de Internet están construyendo negocios reales, de alto crecimiento y altos márgenes de ganancias. Mi propia teoría es que estamos en medio de un dramático y amplio cambio tecnológico en el cual las compañías de software están en posición de absorber grandes porciones de la economía. Cada vez más empresas e industrias funcionan sobre la base de software y son distribuidas como servicios en línea, desde películas a agricultura, pasando por seguridad nacional. Estimo que en los próximos 10 años muchos más sectores y compañías serán interrumpidos por el software. ¿Por qué esto está pasando ahora? Seis décadas después de la revolución de las computadoras, cuatro décadas tras la invención del microprocesador y dos décadas después del despertar del Internet moderno, toda la tecnología que se requiere para transformar industrias a través del software finalmente funciona y puede ser distribuida ampliamente a escala global. Más de 2.000 millones de personas usan hoy Internet de banda ancha, frente a quizás 50 millones hace una década. En los próximos 10 años, espero que al menos 5.000 millones de personan tengan un teléfono inteligente. Por otro lado, las herramientas de programación de software y los servicios basados en Internet facilitan el lanzamiento de empresas nuevas de escala global, sin la necesidad de invertir en infraestructura nueva o entrenar empleados. Con la reducción de costos para crear empresas y un mercado para servicios en línea ampliamente expandido, el resultado es una economía global que por primera vez será conectada de forma digital. Quizás el ejemplo más claro de este fenómeno en el cual el software se come un negocio tradicional es el suicidio de Borders, la cadena de librerías estadounidense que hace poco se acogió a la protección de una corte de bancarrota, y la expansión de Amazon. En 2001, Borders aceptó delegar su negocio en línea a Amazon con la teoría de que las ventas de libros por Internet no eran estratégicas. Hoy, el principal vendedor de libros del mundo, Amazon, es una empresa de software. Cuando Borders empezó a cerrar sus locales, Amazon modificó su sitio web para promover sus libros digitales para el Kindle. Hoy, incluso los libros son software. El principal servicio de alquiler de películas en EE.UU. es en la actualidad una empresa de software: Netflix, que acaba de anunciar su ingreso a América Latina. La forma en la que Netflix arrinconó a Blockbuster es una historia vieja. Ahora, las empresas de televisión por cable también se han visto obligadas a adaptar su negocio a una plataforma de software, ofreciendo su contenido a teléfonos inteligentes y computadoras tipo tableta. Las compañías de música dominantes también son empresas de software: iTunes de Apple, Spotify y Pandora. Las empresas de entretenimientos que más rápidamente se expanden hoy son fabricantes de videojuegos, o sea, otra vez, software. La industria creció en cinco años de US$30.000 millones a US$60.000 millones. Se espera que Rovio, fabricante de Angry Birds, obtenga US$100 millones en ingresos este año (la empresa estaba casi en bancarrota cuando presentó su popular juego en los iPhone a fines de 2009). La fotografía hace años que fue devorada por el software. La empresa de telecomunicaciones de crecimiento más rápido es Skype, una compañía de software que hace poco fue comprada por Microsoft por US$8.500 millones. En los autos de hoy, el software hace funcionar los motores, controla los elementos de seguridad, entretiene a los pasajeros, guía a los conductores a su destino y conecta cada auto con las redes móviles, satelitales o de GPS. La industria de servicios financieros ha sido visiblemente transformada por el software en los últimos 30 años. Prácticamente cualquier transacción electrónica se hace sobre un programa informático. En mi opinión, los próximos sectores en transformarse serán el de la salud y la educación. Empresas de todas las industrias necesitan asumir que la revolución del software está llegando Con todo, hay desafíos. Mucha gente en el mundo no tiene la educación y las capacidades necesarias para participar en las grandes empresas que genera la revolución del software. Igualmente, las nuevas empresas necesitan justificar sus crecientes valuaciones. Si cumplen con las expectativas mías y de otros, se van a ver compañías muy valiosas en la economía global. Esa es la gran oportunidad. Sé dónde estoy poniendo mi dinero.

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