Tras una travesura matemática, Google se quedó sin 6.000 patentes
Pi, la distancia entre la Tierra y el sol y otras constantes matemáticas fueron la base que utilizó Google para calcular cuánto ofrecer por una serie de patentes de tecnología de comunicación inalámbrica.
Lo hizo en el marco de una subasta de unas 6.000 patentes que pertenecían a la firma de telecomunicaciones Nortel, declarada en bancarrota.
Apple y Microsoft obtienen patentes del gigante de las telecomunicaciones Nortel
¿Qué tiene tau que no tenga pi?
La guerra de las patentes sube de tono
Google perdió frente a un consorcio que incluía a Apple y Microsoft, y que clic ofreció US$4.500 millones
"Google ofrecía cifras que no eran números redondos", le dijo una fuente vinculada con la subasta a la agencia de noticias Reuters.
La puja se concentró entre dos consorcios y algunas firmas individuales, como Google e Intel.
Pi, Brun y Meissel-Mertens
Las estimaciones iniciales calculaban que el grupo de patentes se vendería por unos US$2.000 millones, pero tras cuatro días de ofertas la cifra escaló más allá de los pronósticos.
En sus ofertas, Google eligió números como la constante de Brun (1,9021...) y la de Meissel-Mertens (0,261497...), lo que se dijo que dejó "perplejos" a los involucrados en la subasta.
Cuando el dinero ofrecido por otros alcanzó los US$3.000 millones, se dice que Google hizo uso de pi y ofertó US$3.141,59 millones.
"O tenían demasiada confianza o estaban aburridos", dijo la fuente de Reuters.
No está claro qué llevó a Google a recurrir a estas cifras para sus ofertas. Aunque es sabido que el co-fundador de la compañía, Sergey Brin, es un prodigio de las matemáticas y las constantes utilizadas en la subasta podrían dar muestras de su influencia en el proceso.
A medida que las ofertas se iban abultando, algunas compañías iban decidiendo salir del proceso y otras se iban asociando para mejorar sus posibilidades.
Apple, por ejemplo, comenzó de forma independiente, pero luego se unió a un consorcio en el que estaban Microsoft, Research in Motion (fabricante de Blackberry) y Sony, entre otras.
"En seguida quedó claro que esto era algo que grandes compañías, con gigantescos presupuestos, habían decidido que era estratégico para ellas", dijo John Amster, director ejecutivo de RPX, compañía que lideraba uno de los consorcios que abandonó la puja cuando los precios se dispararon.
Al final sólo quedaron en batalla dos grupos: por un lado Intel y Google, y por el otro el consorcio liderado por Microsoft y Apple.
Riesgos a futuro
El fracaso de Google en hacerse con las patentes podría resultarle muy costoso en el futuro, advirtió Florian Mueller, analista especializado en propiedad intelectual.
"Yo hubiera esperado que aprovecharan esta oportunidad única, para convertirse en un jugador en el mercado de las patentes de tecnología inalámbrica", le dijo Mueller a la BBC.
"En lo inmediato no volverá a tener una oportunidad como esta, en la que podrá adquirir semejante diversidad de patentes en una sola compra".
En la actualidad Google cuenta con unas 700 patentes vinculadas a dispositivos móviles, explicó Mueller. Muchas de ellas, dijo, tienen que ver con cómo operan sus funcionalidades clave, como la búsqueda en internet en teléfonos inteligentes.
Por el contrario, las patentes de Nortel están vinculadas a tecnologías que en el futuro harán más veloces las redes y más poderosos a los celulares, agregó el analista.
Según él, tener el control de estos elementos podría servir como factor de negociación con sus rivales.
Y ser propietario de las patentes quitaría un peso de encima a los fabricantes de dispositivos que utilizan el sistema operativo Android, de Google, ya que sus costos por el pago de licencias de tecnología serían más bajos.
El uso de Android es gratuito para los fabricantes siempre y cuando estos garanticen el envio de tráfico hacia los servicios del gigante informático, que puede capitalizarlo a través de publicidad.
En cualquier caso, Mueller contó que está creciendo el número de empresas que están pidiendo dinero por el uso de tecnologías que se encuentran en teléfonos Android pero que no han sido desarrolladas por Google.
Por ejemplo, Microsoft ha anunciado acuerdos vinculados a licencias para fabricantes de dispositivos Android como General Dynamics y HTC.
Al perder las patentes de Nortel, los costos de las licencias podrían incrementar.
Todavía Google no ha efectuado una comunicación formal respecto al resultado de la subasta, pero se ha informado que la empresa lo ha considerado "decepcionante".
nota original
diseñando el mercado grafarg
Lo hizo en el marco de una subasta de unas 6.000 patentes que pertenecían a la firma de telecomunicaciones Nortel, declarada en bancarrota.
Apple y Microsoft obtienen patentes del gigante de las telecomunicaciones Nortel
¿Qué tiene tau que no tenga pi?
La guerra de las patentes sube de tono
Google perdió frente a un consorcio que incluía a Apple y Microsoft, y que clic ofreció US$4.500 millones
"Google ofrecía cifras que no eran números redondos", le dijo una fuente vinculada con la subasta a la agencia de noticias Reuters.
La puja se concentró entre dos consorcios y algunas firmas individuales, como Google e Intel.
Pi, Brun y Meissel-Mertens
Las estimaciones iniciales calculaban que el grupo de patentes se vendería por unos US$2.000 millones, pero tras cuatro días de ofertas la cifra escaló más allá de los pronósticos.
En sus ofertas, Google eligió números como la constante de Brun (1,9021...) y la de Meissel-Mertens (0,261497...), lo que se dijo que dejó "perplejos" a los involucrados en la subasta.
Cuando el dinero ofrecido por otros alcanzó los US$3.000 millones, se dice que Google hizo uso de pi y ofertó US$3.141,59 millones.
"O tenían demasiada confianza o estaban aburridos", dijo la fuente de Reuters.
No está claro qué llevó a Google a recurrir a estas cifras para sus ofertas. Aunque es sabido que el co-fundador de la compañía, Sergey Brin, es un prodigio de las matemáticas y las constantes utilizadas en la subasta podrían dar muestras de su influencia en el proceso.
A medida que las ofertas se iban abultando, algunas compañías iban decidiendo salir del proceso y otras se iban asociando para mejorar sus posibilidades.
Apple, por ejemplo, comenzó de forma independiente, pero luego se unió a un consorcio en el que estaban Microsoft, Research in Motion (fabricante de Blackberry) y Sony, entre otras.
"En seguida quedó claro que esto era algo que grandes compañías, con gigantescos presupuestos, habían decidido que era estratégico para ellas", dijo John Amster, director ejecutivo de RPX, compañía que lideraba uno de los consorcios que abandonó la puja cuando los precios se dispararon.
Al final sólo quedaron en batalla dos grupos: por un lado Intel y Google, y por el otro el consorcio liderado por Microsoft y Apple.
Riesgos a futuro
El fracaso de Google en hacerse con las patentes podría resultarle muy costoso en el futuro, advirtió Florian Mueller, analista especializado en propiedad intelectual.
"Yo hubiera esperado que aprovecharan esta oportunidad única, para convertirse en un jugador en el mercado de las patentes de tecnología inalámbrica", le dijo Mueller a la BBC.
"En lo inmediato no volverá a tener una oportunidad como esta, en la que podrá adquirir semejante diversidad de patentes en una sola compra".
En la actualidad Google cuenta con unas 700 patentes vinculadas a dispositivos móviles, explicó Mueller. Muchas de ellas, dijo, tienen que ver con cómo operan sus funcionalidades clave, como la búsqueda en internet en teléfonos inteligentes.
Por el contrario, las patentes de Nortel están vinculadas a tecnologías que en el futuro harán más veloces las redes y más poderosos a los celulares, agregó el analista.
Según él, tener el control de estos elementos podría servir como factor de negociación con sus rivales.
Y ser propietario de las patentes quitaría un peso de encima a los fabricantes de dispositivos que utilizan el sistema operativo Android, de Google, ya que sus costos por el pago de licencias de tecnología serían más bajos.
El uso de Android es gratuito para los fabricantes siempre y cuando estos garanticen el envio de tráfico hacia los servicios del gigante informático, que puede capitalizarlo a través de publicidad.
En cualquier caso, Mueller contó que está creciendo el número de empresas que están pidiendo dinero por el uso de tecnologías que se encuentran en teléfonos Android pero que no han sido desarrolladas por Google.
Por ejemplo, Microsoft ha anunciado acuerdos vinculados a licencias para fabricantes de dispositivos Android como General Dynamics y HTC.
Al perder las patentes de Nortel, los costos de las licencias podrían incrementar.
Todavía Google no ha efectuado una comunicación formal respecto al resultado de la subasta, pero se ha informado que la empresa lo ha considerado "decepcionante".
nota original
diseñando el mercado grafarg
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