Las falsificaciones de productos de lujo son cada vez más reales

Cuando una de las asas de su cartera Yves Saint Laurent se rompió, Karineh Gurjian-Angelo la llevó a una boutique del fabricante para que la arreglasen. En lugar de repararla, un vendedor le informó que el artículo era falso.
El vendedor le hizo notar todos los detalles sutiles por los que podía asegurar que no era una YSL auténtica. Le faltaba el relieve en su parte inferior y no tenía el forro adecuado. Gurjian-Angelo estaba mortificada.
"Me sentí como si hubiese regresado a la escuela, como si estuviese en la oficina del director", recuerda la fotógrafa de Nueva York que frecuentemente fotografía accesorios y está familiarizada con las carteras de lujo.
Estuvo muy emocionada cuando compró la cartera negra de YSL en eBay por US$300. El bajo precio le hizo sospechar que podía ser falsa, pero cuando la recibió en casa con etiquetas de precios que parecían auténticas, pensó: "Wow, es real".
Gurjian-Angelo fue víctima de una nueva generación de bienes de lujo falsificados, que ofrecen una apariencia mucho más similar a la de los productos auténticos. Las nuevas prendas guardan una gran distancia de las réplicas baratas con logotipos de "Prado" o "Cucci" que se venden en bolsas de basura en las esquinas a consumidores que saben que están comprando algo falso. Las nuevas falsificaciones están hechas con materiales de alta calidad, con cierres y arandelas con el nombre de la marca y tienen estampados los que parecen ser el lugar y la fecha de fabricación correctos. Engañan incluso a los compradores más experimentados, especialmente en ventas por Internet.
Los proveedores que venden mercadería falsa pueden fácilmente abrir sitios de comercio electrónico que parecen legales, con descripciones de productos precisas así como imágenes de marketing y logotipos que se parecen a los de los sitios web que venden productos auténticos. También compran publicidad en motores de búsquedas para atraer a los compradores que están en busca de gangas, dice Frederick Felman, jefe de marketing de MarkMonitor, una empresa que ayuda a las compañías a proteger sus marcas.
Los precios de los imitadores están subiendo, confundiendo a los consumidores que buscan un producto auténtico a un precio rebajado. De todas formas, los productos falsos de alto precio cuestan apenas una fracción de lo que costaría un artículo real. La versión auténtica de la cartera de YSL que quiso comprar Gurjian-Angelo cuesta más de US$1.500.
El mercado de las carteras de segunda mano es también frecuentemente donde los falsificadores venden a los consumidores confiados.
Ebay dice que combate las imitaciones agresivamente, en parte a través de un programa que da a las marcas o a otros titulares de propiedad intelectual herramientas especiales para denunciar ventas ilegales. Cuando las marcas identifican una oferta como falsa, ésta es retirada en cuestión de horas, asegura la compañía. Ebay también revisa independientemente millones de listados para detectar productos falsos.
"En los escasos casos en los que aparece un producto falsificado en el sitio, los compradores están cubiertos bajo nuestros programas de Protección de Compradores", dijo Dan Dougherty, asesor legal de la compañía. El programa permite a los compradores devolver un producto si no resultó ser lo que el vendedor prometía.
Algunos fabricantes están contraatacando incrustando instrumentos de seguridad en los productos y rastreando la web para intentar detener a los sitios no autorizados que venden sus productos.
La Cámara Internacional de Comercio calcula que el valor de los productos falsificados y pirateados en todo el mundo ronda los US$600.000 millones y prevé que esa cifra se duplique para 2015.
"Combatir el contrabando es un tema vital", señaló Chanel en un comunicado, y añadió que la marca dedica "recursos financieros y humanos considerables" para perseguir a productores de bienes falsos. La empresa reconoce que "algunos productos de cuero falsos se parecen bastante a los verdaderos". La única manera de asegurarse de que una cartera sea una Chanel auténtica, agregó la compañía, es comprarla directamente de Chanel o sus minoristas autorizados.
China parece ser una fuente importante de productos falsificados. Por ejemplo, más de 60% de las imitaciones incautadas en Estados Unidos el año pasado provino de China, que tiene una amplia reserva de mano de obra altamente especializada y es también una creciente fuente de fabricación de bienes de lujo legítimos. Las incautaciones de productos llegados de China crecieron 18%.
Las ventas en línea de imitaciones hacen que combatirlas sea una tarea más compleja, señala Tom Onda, asesor principal de propiedad intelectual de Levi Strauss & Co. En vez de inspeccionar mercados callejeros y minoristas inescrupulosos, "tratar de supervisar Internet es una tarea dantesca", dice.
El fabricante de jeans tiene un equipo de 40 empleados en todo el mundo que, entre otras cosas, vigila con cuidado sitios en línea que venden sus productos sin autorización. Cuando una carta pidiéndoles que dejen y desistan de su actividad no es suficiente, la compañía trabaja con el proveedor de Internet para sacar al sitio de funcionamiento. En algunos casos también interpone una demanda civil. Sin embargo, dejar a un sitio web inoperante no significa que se ha eliminado el producto falso del mercado, reconoce Onda. Usualmente, los comerciantes abren un nuevo sitio web.
El contraataque
En respuesta, más marcas están recurriendo a elementos de autentificación en sus mercaderías. Levi's está explorando una nueva tecnología de etiquetado para ayudar a sus propios equipos antifalsificación a identificar sus productos.
El fabricante de jeans de lujo True Religion Apparel Inc. coloca un elemento de seguridad en cada uno de sus pantalones, sostiene Deborah Greaves, asesora legal y de seguridad de la empresa.
Ni Onda ni Greaves quisieron ofrecer detalles de sus respectivas iniciativas por temores a socavar sus esfuerzos de seguridad.
Applied DNA Sciences, con sede en Nueva York, tiene una nueva tecnología que incrusta ADN botánico en fibras que luego pueden ser cocidas a una prenda de vestir. El ADN es detectable bajo una luz específica y puede ser asignado a una marca en particular. No puede ser copiado. Clientes de la empresa incluyen dos marcas de lujo europeas, que no quiso identificar.
Elizabeth Bernstein, quien trabaja para Portero, un minorista en línea de bienes de lujo de segunda mano, dice que los productos auténticos deben tener las señas, textura y peso apropiados. Las piezas metálicas no deben sentirse como plásticas o sonar como lata cuando chocan entre sí. Los cierres, botones y broches deben cerrar sin esfuerzo.
La mayoría de los productos de lujo es bordada a mano, una razón que explica su alto precio. Los productos falsos frecuentemente son hechos a máquina. El factor humano agrega un nivel de imperfección que no se encuentra en la mayoría de las falsificaciones, explica Bernstein.
Recientemente, Bernstein detectó una imitación de una cartera de Louis Vuitton cuya etiqueta listaba correctamente el año, la semana y el lugar de fabricación. "Están haciendo falsificaciones cada vez mejores", advirtió Bernstein.

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