Los Silicon Valley de la Argentina

Se trata de polos tecnológicos donde la investigación y el desarrollo tienen un lugar privilegiado. Elaboran proyectos que luego son aplicados en empresas y municipios. Además, generan nuevos puestos de trabajo
Un gran predio en San Martín fue el primer terreno donde cinco empresas vieron la luz para invertir y crecer. Ese mismo lugar sirvió para que investigadores argentinos crearan un nariz electrónica de aplicación industrial y estudiaran la aplicación de medicamentos para el HIV.
Suena importante. El predio es el Polo Tecnológico Constituyentes, en el partido bonaerense de San Martín, la cuna incubadora de empresas y el laboratorio de investigación para los científicos argentinos. Constituyentes es un parque tecnológico, un lugar creado específicamente para el avance de la ciencia y la tecnología.
Hay más de 700 parques y polos tecnológicos registrados en todo el mundo. Por supuesto, la referencia obligada es el Silicon Valley, en California, Estados Unidos. La idea de un parque es agrupar los recursos, tanto humanos como materiales, una zona específica donde se puedan desarrollar proyectos que luego serán de uso comunitario o empresarial.
Así, en la Argentina también florecieron los campus de IT e investigación. Dos de los más reconocidos son, sí, el Constituyentes, y el Parque Científico Tecnológico de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (Unicen), en Tandil.
Empresas y municipios, los destinatarios productivos
El proyecto atrajo el interés de varias firmas, como IBM e Idea Factory; esta última colaboró en marzo de 2003 para instalar el primer Centro de Desarrollo en el Campus que la universidad tiene en la ciudad de Tandil. Así, el Parque Científico Tecnológico - Polo Informático de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (UNICEN) comenzó a tomar forma.
“Si bien es dificultoso calcular de manera exacta la cantidad de gente involucrada, podemos hablar de una masa de más de 200 personas que desarrollan tareas dentro de las empresas asociadas al Parque. Se distribuyen aproximadamente en 125 puestos efectivos, 50 pasantías y 25 complementos salariales a investigadores de la universidad”, afirma Guillermo Dabós, coordinador del área de dinámica organizacional de la Unicen.
El parque fue un éxito; los graduados consiguen trabajo y cada empresa asociada al proyecto contrata un promedio de 10 pasantes anuales.
Más cerca de la Capital, Constituyentes es un gran crisol de organizaciones que aportan para que la investigación y el desarrollo (I+D) salga adelante.
“En las instituciones integrantes del Polo se desempeñan aproximadamente 2 mil tecnólogos y científicos que realizan sus tareas dentro de las instituciones que lo componen”, señala Carlos Gianella, coordinador de la Universidad de San Martín, uno de los integrantes del polo.
Asimismo, participan en el programa la Comisión Nacional de Energía Atómica, el Instituto Nacional de Tecnología Industrial, el Instituto de Investigaciones Científicas y Técnicas de las Fuerzas Armadas. También participan el Servicio Geológico Minero Argentino y hace poco se incorporó el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria.
Semejantes socios lograron que una buena parte del parque tecnológico se efectúe en San Martín, aunque también hay un campus en Rosario.
Gianella explicó a Infobae.com que en este momento Constituyentes tiene en danza ocho proyectos, entre ellos, la nariz electrónica y la fabricación de antirretrovirales. Además, los investigadores avanzan en desarrollar elementos como prótesis para rehabilitación y en un programa de reciclado de pilas y baterías. Del mismo modo, los proyectos de Tandil cuentan con el apoyo en campus de varias empresas techies, entre ellas, Idea Factory; Patagonia Technologies, IBM y Technisys.
“El Centro de Carreras es un área integrada al Parque Científico Tecnológico (PCT) cuyo objetivo es desarrollar estrechos vínculos con empresas de primer nivel, a través de distintos programas de apoyo y orientación a estudiantes y graduados”, puntualiza Dabós.
Además, varias empresas se han instalado fuera del campus, pero requieren y toman personal preparado en el parque tecnológico, donde se gradúan aproximadamente de 80 a 100 alumnos por año.
En el caso de Constituyentes, los investigadores ven plasmados sus proyectos en municipios o distritos pequeños.
Actualmente se están desarrollando proyectos de incubación de empresas junto con la Municipalidad de General San Martín. Entre otros esquemas, en Constituyentes funciona la incubadora social.
“Son emprendimientos individuales o asociativos impulsados por personas residentes en el municipio”, explica Gianella y agrega que en este caso cuentan con la colaboración de una ONG italiana. “En este momento se están incubando cinco empresas en el vivero de empresas de la municipalidad y otras 10 compañías a distancia, es decir en sus propios locales”, señala el coordinador de la Unsam.
Así, un parque es la posibilidad de utilizar los recursos tecnológicos y conseguir plasmar ese programa en una empresa. En Tandil ofrecen soporte de metodología para el desarrollo de software y políticas de seguridad informática; sustentabilidad en sistemas para la producción y también las facilidades materiales para efectuar experimentos hasta lanzarse al mercado.
Crecimiento sostenido
“En etapa de planificación, Constituyentes cuenta con un proyecto de armar un centro de capacitación de empresas y ampliar la capacidad de incubación, a través de una nueva sede en cada institución integrante del polo” , adelanta Gianella.
La UNICEN de Tandil ha priorizado programas y proyectos estratégicos tendientes al desarrollo local y regional. Así, sus proyectos se enfocan en la transferencia de conocimientos y en crear las condiciones para empresas spin-off y start-up.


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