Historia de la Bombacha de Campo (no hay nada mas comodo que bombacha, que jean ni ocho cuartos)
Casi 150 años dan testimonio de la llegada de la legendaria Bombacha de campo a nuestro país por primera vez. Adoptada por los gauchos pamperos primero y más tarde por los porteños, la historia muestra cómo una prenda que fue usada para el trabajo en el campo en sus inicios, es hoy un ícono de la moda en la ciudad.
Definida como un pantalón ancho que se ciñe en el tobillo, utilizada por el hombre de campo para trabajar, la bombacha de gaucho era, además, un detalle de elegancia para los días de fiesta, que solía vestirla bien ancha; con botas usaba los extremos adentro y si andaba en alpargatas, llevaba desprendido el tobillo.
El origen de nuestra bombacha criolla, que se convertiría en el sustituto del antiguo chiripá gauchesco, comienza con el tratado de paz de París firmado en marzo de 1856 entre los representantes del ejército anglo-francés y Rusia, que ponía punto final a la llamada "Guerra de Crimea". Dicha guerra dejó un gran remanente de prendas fabricadas para este ejército que fue exportado para ser utilizado por nuestros soldados.
Es en Entre Ríos donde por primera vez, el General Don Justo José de Urquiza, siendo presidente de la "Confederación Argentina" en 1857 decide entonces efectuar el trueque de 100.000 bombachas por productos de la confederación.
El origen del pedido determina que todas las bombachas "originales francesas" fuesen del color de ordenanza en uso en ese país o sea de color gris con "ojos de perdiz", o como se llama actualmente "bombacha bataraza". Aquí tenemos develado el origen de nuestra bombacha campera, que habría entrado por primera vez en Entre Ríos en el año 1858.
Más de una vez se ha señalado la connotación árabe del gaucho argentino o rioplatense, ya que los unen elementos en común como la guitarra, el caballo y sobre todo, la semejanza de la pampa al desierto. Se cree que la ocupación de España por parte de los moros ha sido el canal de transmisión de estas características. Es en el mundo árabe y en especial en lo que constituía el espíritu turco en el siglo XIX donde la bombacha ya se usaba.
No la encontramos en el guazo chileno, el charro mexicano, el llanero venezolano o el gaúcho brasileño. Otra corriente histórica hace también responsable al ingreso de la bombacha a Don Ricardo Güiraldes, el escritor de "Don Segundo Sombra", quién vistió a sus gauchos de San Antonio de Areco con bombachas francesas.
Pero fue el "Vasco Etchegaray" en el establecimiento de Alpargatas -propietaria de la marca líder Pampero- dónde comenzó la gran industria nacional de bombachas y alpargatas, y quién contribuyó a la universalización del uso de estas prendas. Corría el año 1883 en Buenos Aires, cuando la avenida Montes de Oca se llamaba Santa Lucía y era el recorrido obligado de troperos y cuarteadores. Don Juan Echegaray levantó una pequeña fábrica de alpargatas en un galpón solitario.
La bombacha y la moda
Amelia Bloomer, una diseñadora feminista estadounidense impuso en 1850 el uso de pantalones entre las mujeres. Los primeros diseños eran tipo bombachudos. Pero es en 1910 que Paul Poiret impuso en las pasarelas el estilo oriental representado por pantalones tipo babucha.
En nuestro país se impuso del Gaucho look en la década del 70´, mientras que en el resto del mundo ya había recorrido las vidrieras en la década anterior. Desde entonces, la bombacha ha inspirado numerosas propuestas de modernos estilos, como en el hip hop.
nota original
Definida como un pantalón ancho que se ciñe en el tobillo, utilizada por el hombre de campo para trabajar, la bombacha de gaucho era, además, un detalle de elegancia para los días de fiesta, que solía vestirla bien ancha; con botas usaba los extremos adentro y si andaba en alpargatas, llevaba desprendido el tobillo.
El origen de nuestra bombacha criolla, que se convertiría en el sustituto del antiguo chiripá gauchesco, comienza con el tratado de paz de París firmado en marzo de 1856 entre los representantes del ejército anglo-francés y Rusia, que ponía punto final a la llamada "Guerra de Crimea". Dicha guerra dejó un gran remanente de prendas fabricadas para este ejército que fue exportado para ser utilizado por nuestros soldados.
Es en Entre Ríos donde por primera vez, el General Don Justo José de Urquiza, siendo presidente de la "Confederación Argentina" en 1857 decide entonces efectuar el trueque de 100.000 bombachas por productos de la confederación.
El origen del pedido determina que todas las bombachas "originales francesas" fuesen del color de ordenanza en uso en ese país o sea de color gris con "ojos de perdiz", o como se llama actualmente "bombacha bataraza". Aquí tenemos develado el origen de nuestra bombacha campera, que habría entrado por primera vez en Entre Ríos en el año 1858.
Más de una vez se ha señalado la connotación árabe del gaucho argentino o rioplatense, ya que los unen elementos en común como la guitarra, el caballo y sobre todo, la semejanza de la pampa al desierto. Se cree que la ocupación de España por parte de los moros ha sido el canal de transmisión de estas características. Es en el mundo árabe y en especial en lo que constituía el espíritu turco en el siglo XIX donde la bombacha ya se usaba.
No la encontramos en el guazo chileno, el charro mexicano, el llanero venezolano o el gaúcho brasileño. Otra corriente histórica hace también responsable al ingreso de la bombacha a Don Ricardo Güiraldes, el escritor de "Don Segundo Sombra", quién vistió a sus gauchos de San Antonio de Areco con bombachas francesas.
Pero fue el "Vasco Etchegaray" en el establecimiento de Alpargatas -propietaria de la marca líder Pampero- dónde comenzó la gran industria nacional de bombachas y alpargatas, y quién contribuyó a la universalización del uso de estas prendas. Corría el año 1883 en Buenos Aires, cuando la avenida Montes de Oca se llamaba Santa Lucía y era el recorrido obligado de troperos y cuarteadores. Don Juan Echegaray levantó una pequeña fábrica de alpargatas en un galpón solitario.
La bombacha y la moda
Amelia Bloomer, una diseñadora feminista estadounidense impuso en 1850 el uso de pantalones entre las mujeres. Los primeros diseños eran tipo bombachudos. Pero es en 1910 que Paul Poiret impuso en las pasarelas el estilo oriental representado por pantalones tipo babucha.
En nuestro país se impuso del Gaucho look en la década del 70´, mientras que en el resto del mundo ya había recorrido las vidrieras en la década anterior. Desde entonces, la bombacha ha inspirado numerosas propuestas de modernos estilos, como en el hip hop.
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